Hoy estamos de enhorabuena. Pasada ya la fecha para la que nacimos, hoy queremos hacer balance de los resultados obtenidos por la formación Podemos en las elecciones generales celebradas el pasado domingo 20 de diciembre, y de paso agradecer a los votantes, simpatizantes y compañeros que han hecho posible este camino juntos.
Una vez expresada nuestra alegría un tanto agridulce (por qué no decirlo) por el resultado obtenido, queremos felicitar a todas las fuerzas políticas que han conseguido representación y que tendrán la difícil y responsable tarea de articular, junto con nuestra formación, la forma de gobernar durante los próximos cuatro años y, de forma inmediata, una primera tarea nada fácil: elegir al presidente de esta legislatura.
Entrando a comentar los datos a nivel nacional, el PP sigue siendo la fuerza más votada con 123 escaños a pesar de perder 63 diputados y más de 2,5 millones de votos. Por su parte, el PSOE continúa la bajada iniciada ya en 2011 al perder casi 1,5 millones de votos y 20 escaños (de 110 a 90). La esperada y fuerte entrada de Podemos y C's se ha saldado con un reparto desigual debido a una ley electoral nada proporcional que otorga a Iglesias 69 diputados gracias a los 4,3 millones de votos (sumando las confluencias) y 40 escaños para la formación de Rivera con 3,5 millones de votos. Cierra el análisis IU-UP que, a pesar de haber conseguido más de 900.000 votos en todo el territorio se tiene que conformar con los 2 escaños obtenidos en Madrid. Una vez más, queda en entredicho el sistema de reparto de escaños actual, de tipo provincial según la población censada, al no reflejar proporcionalmente la voluntad de la gente.
La abstención en esta cita electoral ha bajado ligeramente con respecto a las elecciones de 2011 (entonces fue del 31%), al quedarse en un 26,8%, sobre todo debido al descenso de electores debido a la forzada inmigración de muchos españoles aunque también a la importancia dada a estos comicios. Así pues, y a pesar de las dificultades legalmente vigentes ya mencionadas, se ha conseguido algo que hace sólo dos años era inimaginable: romper la alternancia de este sistema bipartidista que desde 1978 ha estado presente en nuestro país.
